LA BENDICIÓN DE NUESTRO PADRE PARA EL NUEVO AÑO

El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor; el Señor se fije en ti y te conceda la paz.

jueves, 24 de abril de 2014

Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación

Lectura del santo Evangelio según san Marcos 16, 9-15

Jesús, que había resucitado a la mañana del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, aquella de quien había echado siete demonios. Ella fue a contarlo a los que siempre lo habían acompañado, que estaban afligidos y lloraban. Cuando la oyeron decir que Jesús estaba vivo y que lo había visto, no le creyeron.
Después, se mostró con otro aspecto a dos de ellos, que iban caminando hacia un poblado. Y ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero tampoco les creyeron.
En seguida, se apareció a los Once, mientras estaban comiendo, y les reprochó su incredulidad y su obstinación porque no habían creído a quienes lo habían visto resucitado. Entonces les dijo: «Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación.»

Palabra del Señor.

stagduran
Enviado desde mi iPad

martes, 22 de abril de 2014

Contra el «asalto de Satanás», la nueva oración oficial que pide la intercesión de San Juan Pablo II - ReL

Contra el «asalto de Satanás», la nueva oración oficial que pide la intercesión de San Juan Pablo II - ReL

Contra el «asalto de Satanás», la nueva oración oficial que pide la intercesión de San Juan Pablo II

La página oficial creada por en el Vaticano para la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII (www.2papisanti.org) que se celebra este domingo 27 de abril ha publicado una nueva oración oficial que pide la intercesión del Pontífice polaco ya con el título de santo. 

La oración recoge algunos elementos propios de este santo: su condición de viajero, su amor a los jóvenes, su defensa de las familias frente a los ataques del demonio que quiere deshacer esta institución y su defensa de la paz, que él proclamaba en plena Guerra Fría bajo la amenaza de la destrucción nuclear.

Oración a San Juan Pablo II

¡Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo dónanos tu bendición!

Bendice a la Iglesia, que tú has amado, servido, y guiado, animándola a caminar con coraje por los senderos del mundo para llevar a Jesús a todos y a todos a Jesús.

Bendice a los jóvenes, que han sido tu gran pasión. Concédeles volver a soñar, volver a mirar hacia lo alto para encontrar la luz, que ilumina los caminos de la vida en la tierra.

Bendice las familias, ¡bendice cada familia!

Tú advertiste el asalto de Satanás contra esta preciosa e indispensable chispita de Cielo, que Dios encendió sobre la tierra. San Juan Pablo, con tu oración protege las familias y cada vida que brota en la familia.

Ruega por el mundo entero, todavía marcado por tensiones, guerras e injusticias. Tú te opusiste a la guerra invocando el diálogo y sembrando el amor: ruega por nosotros, para que seamos incansables sembradores de paz.

Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo, donde te vemos junto a María, haz descender sobre todos nosotros la bendición de Dios. Amén.

Cardenal Angelo Comastri
Vicario General de Su Santidad para la Ciudad del Vaticano


stagduran
Enviado desde mi iPad

sábado, 19 de abril de 2014

CRISTO HA RESUCITADO

VÍA MATRIS

VIDEO DE LOS TRES MINUTOS DE DIOS:  SÁBADO SANTO

 

https://www.youtube.com/watch?v=_TgfaW_h298&feature=youtu.be

 

 

DIA DEDICADO A LA ESPERANZA

 

Rezo del Vía Matris


El Vía Matris es el camino que recorrió María de regreso, desde el Santo Sepulcro hasta su casa. Es un camino en el que recuerda y revive el Vía Crucis, el Camino de la Cruz. Por lo tanto, lo rezamos acompañando a la Madre Dolorosa de vuelta a su hogar.

Dedicatoria a María

Déjanos seguir contigo desde el sepulcro al cenáculo el camino doloroso de tu soledad y llanto. Desahoga, Madre nuestra, tu corazón angustiado, rosa de siete puñales por nuestros siete pecados. Repite el diálogo interno con tu hijo bien amado, muerto a los ojos del mundo y, para ti, descansando. De tu voz aprenderemos la fe, la esperanza, el cántico triunfal de amor renacido tras las tinieblas del sábado.
 

XIV Estación
Jesús fue colocado en el sepulcro

Picture

 

Detrás de la losa, queda tu corazón destrozado semilla de amor eterno, dormido y siempre velando. Cómo me duele dejarte. Te quisiera en mi regazo y estar contigo en tu sueño, que mi ansiedad hace largo. Sé que pronto te veré glorioso resucitado, y mi fe es el arco iris en la lluvia de mi llanto. Para aquellos, Hijo Mío, que el dolor embarcaron, tu sepulcro sea la estrella que los lleve a puerto salvos.

Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores.

Dios te salve, María…


XIII Estación
Jesús fue descendido de la Cruz

Picture

 

Aquí estuviste, Hijo mío, como la flor de su tallo. Flor deshojada, sangrienta en el dolor de mis brazos. Aquí cubrieron de mirra -¡ay, recuerdo de los Magos!-, la púrpura de tus llagas, llagas que en mí se han quedado. Fina sábana de nieve
veló tu cuerpo adorado, y tu faz, mi sol, mi espejo se ocultó tras un sudario. Benditos los que adivinan, tras la llaga del hermano, tu divino rostro vivo que espera amor y cuidado.

Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores.


Dios te salve, María…


XII Estación
Jesús murió en la Cruz

Picture

 

Aquí, la Cruz… Aquí el grito: - "¡Todo está consumado…!" la tiniebla, el terremoto y la lanza perforando tu corazón y mi pecho con el mismo hierro insano. Aquí me entregaste al hombre - verdugo por el pecado -, como hijo pequeñito nacido de sangre y llanto, Hijo tan distinto a ti, pero, en mi carne, tu hermano. Que las penas de su cruz - ¡hay tantos hombres ingratos !- no olviden que soy su Madre y que mucho me costaron. 

Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores.

Dios te salve, María…


XI Estación
Mi recuerdo de los clavos

Picture

 

Sobre la roca tendieron la cruz para desclavarlo. Yo les rogaba: -¡ Por Dios, no le lastimen las manos! … Y estaban duras y frías, ellas que hicieron milagros y, tantas veces, filiales, con amor me acariciaron. Manos de mi Dios, heridas
y, como sus pies, de mármol. Manos y pies de mi Niño, por obediencia entregados. Que si dejaron la cruz es por ir apresurados a quitarte, pecador, de tus miserias los clavos.

Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores.

Dios te salve, María…




X Estación
Cuando despojarón a Jesús de sus vestiduras

Picture

 

Sobre esta Piedra, a los dados, la militar compañía se jugó la blanca túnica por mis desvelos tejida. Del lino de mis amores virginales parecía, pero quedó con su sangre lumbre de azotes, teñida. Lo vi desnudo, inocente, mientras la turba reía. Total entrega de Dios por su criatura caída. ¡Ay, si el pecado del mundo despojado, en carne viva, penitente se cubriera con la vergüenza divina…!

Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores.

Dios te salve, María…




IX Estación
Cuando vi caer a Jesús por tercera vez

Picture

 

Dejadme besar la tierra, porque, al llegar al Calvario, también besó mi Niño tercera vez derribado. ¡Era tan dura la carga y tan cruel el populacho! Era llevar en los hombros lo más terrible: el pecado. Y cayó, cayó de bruces… Yo vi sus divinos labios, en un beso doloroso, de polvo y sangre manchados. Polvo del hombre, miseria y sangre de Dios, juntando en ósculo de perdón el cielo y el mundo ingrato.

Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores.

Dios te salve, María…


VIII Estación
Cuando Jesús consoló a las mujeres de Jerusalén

Picture

 

Y se fueron las mujeres que por mi Jesús lloraron. Las calles huelen a miedo bajo el cielo encapotado. Si en el leño verde el fuego del furor rompió en estragos, ¿qué será en el leño seco por la plaga del pecado? ¿Mujeres que lloren?
¡No! Faltan en el mundo llantos viriles que reconozcan las voces que claudicaron. ¡Hombres del mundo, llorad mientras dura el Viernes santo, porque sintáis el consuelo de Cristo resucitado!

Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores.

Dios te salve, María…


VII Estación
Donde Jesús cayó por segunda vez

Picture

 

El crepúsculo se apaga y, en la callejuela angosta, como en conciencia culpable, se han dado cita las sombras. Aquí tropezó Jesús - ¡ las almas son tan tortuosas ! - y, segunda vez, la tierra probó el sabor de las rosas. Que el Amor es insistente cuando en verdad se enamora y dos veces, traicionado una y otra vez perdona. Por alzar a los caídos, Jesús probó la derrota y a mí me nombró refugio de los que, caídos, lloran.

Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores.

Dios te salve, María…




VI Estación
Cuando una mujer piadosa enjugó el rostro de Jesús

Picture

 

En esta tarde de llanto, en mi soledad mas sola, es una luz de esperanza recordar a la Verónica. El rostro que fue mi espejo, mi sol, se ocultaba en sombras de sangre, sudor , salivas, polvo y divina congoja. Una mujer, como yo, valiente rompió la tropa y enjugó la faz amada con la nieve de su toca. Pintado en sangre quedó el rostro que me enamora y, pintado en mis pupilas, el llanto no me lo borra. Hacia cualquiera que miro, la semejanza me asombra: todos los rostros del mundo se le parecen ahora

Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores.

Dios te salve, María…


V Estación
Mi gratitud al Cirineo

Picture

 

A Simón el Cirineo detuvieron los soldados. Sudor y polvo traía como ofrenda de los campos. Mi Jesús era gavilla redentora de cansancio, y del peso de su cruz tuvo a bien participarnos. Simón recibió el madero, primeramente con asco. Poquito a poco, el camino le floreció de entusiasmo. Porque ir junto a mi Hijo en el sufrimiento humano, es hallar al fin la gloria, es a Él y a mí encontrarnos.

Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores.

Dios te salve, María…




IV Estación
Cuando me encontré con Él

Picture

 

Era difícil seguir de cerca a Jesús atado. Unidos al dolor, lejos en el cuerpo estábamos. Pero mi amor maternal se atrevió entre el populacho y pude mirar…, mirarme en los ojos de mi amado. Vivo aún de esa mirada, que retuvo el viril llanto por no doblar la agonía deshojada en mi regazo. Mirada firme de amor, que sellara el holocausto de nuestros dos corazones por ti, que estás escuchando.

Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores.

Dios te salve, María…

III Estación
Cuando mi Jesús cayó por primera vez

Picture

 

¡Mirad si queda en el suelo alguna gota de sangre! La recogerá la copa de mis besos maternales. Porque , al salir del Pretorio alguien se atrevió a empujarle y cayó, Varón de burlas, absolviendo a los culpables. ¡Mirad si quedó en el suelo alguna gota de sangre! ¡Estaba tan malherido…! ¡El madero era tan grande…! ¡que nadie ponga tropiezos a quien su miseria cargue por este mundo de cruces dolorosas y ambulantes!

Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores.

Dios te salve, María…




II Estación
Cuando Jesús recibió la cruz

Picture

 

Sobre sus hombros pusieron el leño de la victoria. Él, carpintero, sabía de maderas olorosas. Y la levantó triunfante, como levanta a su esposa el amante enamorado en la noche de sus bodas. ¡Aborrecerla o amarla? En esta vía dolorosa, la cruz se clavó por siempre en mi corazón, muy honda. Cruz de Jesús y del hombre, divina cruz redentora, ligero yugo amoroso, ¡puente que lleva a la Gloria!

Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores.

Dios te salve, María…


I Estación
Cuando condenaron a muerte a Jesús

Picture

 

Anda suelto en la ciudad un silencioso homicida. Mi hijo pagó el rescate con su corona de espinas y, por que nada faltara, ofreció vida por vida. Pilato quiso lavar con agua su cobardía y su nombre, para siempre, se quedará como estigma de quien, por temor al mundo, al mismo Dios crucifica. Ahora, frente al Pretorio, la plaza duerme vacía. Un agrio remordimiento en las conciencias vigila. - ¿Resucitará? …Preguntan. Sólo yo sufro tranquila. Sólo yo… Mis compañeras, las dulces, fieles Marías, quieren llevar al sepulcro, el domingo, aceite y mirra. Yo seré, en el mundo a oscuras, la sola luz encendida.

Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores.

Dios te salve, María …


Último Deseo

Imagen

 

Déjanos seguir contigo por el Vía Crucis, Señora, de nuestra vida doliente, sin tu amor más angustiosa. Podemos ser los Pilatos; los Cirineos, las Verónicas, los ladrones, los soldados, los fariseos, las llorosas, mujeres, el populacho voluble como las olas; podremos ser Judas, Pedro… Tú sabes bien nuestra historia. Mas, eres dulce refugio, Madre de Misericordia. Déjanos seguir contigo fieles hoy y hasta la hora sorpresiva de la muerte. ¡Amén Madre Dolorosa! ¡Amén por esa alegría que ya te anuncia la aurora!


Madre llena de dolores, acuérdate que en la Cruz te nombró Jesús Madre de los pecadores.

Dios te salve, Reina y Madre, de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra…

__._,_.___

stagduran
Enviado desde mi iPad

DOMINGO DE RESURRECCIÓN.


Homilías
Ciclo
A
Domingo de Resurrección
20-4-2014
 

Facebook Únase a nosotros en Facebook

Recomiende a un amigo Recomiende este servicio a un amigo


Pascua

"Dios lo resucitó al tercer día y nos lo hizo ver"

Ir a: Introducción / Lecturas / Comentario bíblico / Pautas para la homilía / Sermones clásicos


Introducción

El que murió y resucitó en la periferia envía hoy su Espíritu y alegra todo lo creado, recreando el Cosmos con su misericordia y su amor. En la barca de la Iglesia, el Espíritu Santo sopla a nuestras espaldas, el Padre nos envía y El Hijo nos aguarda en su encarnación continuada. Cada vez que celebremos la eucaristía traeremos a la memoria la muerte y la Resurrección de Jesús para morir y resucitar con El. La Palabra de Dios nos procura un colirio para la mirada y el corazón a fin de que comprendamos la Escritura como los discípulos, y acertemos a detectar cómo y dónde se manifiesta hoy "el que resucitó de entre los muertos".

Ver la presentación animada de las lecturas 


Lecturas

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 10, 34a. 37-43

En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:
–«Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.
Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en Judea y en Jerusalén. Lo mataron colgándolo de un madero. Pero Dios lo resucitó al tercer día y nos lo hizo ver, no a todo el pueblo, sino a los testigos que él había designado: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de su resurrección.
Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha nombrado juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas es unánime: que los que creen en él reciben, por su nombre, el perdón de los pecados.»


Sal 117, 1-2. 16ab 17. 22-23 R. Este es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo.

Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia. R.
La diestra del Señor es poderosa, 
la diestra del Señor es excelsa. 
No he de morir, viviré 
para contar las hazañas del Señor. R.
La piedra que desecharon los arquitectos 
es ahora la piedra angular. 
Es el Señor quien lo ha hecho, 
ha sido un milagro patente. R.


Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 3, 1-4

Hermanos.
Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra.
Porque habéis muerto, y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis, juntamente con él, en gloria.


Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 1-9

El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo:
–«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.»
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró.
Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte.
Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.
Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.

Lectura del libro de Isaías 55, 1-11

Así dice el Señor:
«Oíd, sedientos todos, acudid por agua,
también los que no tenéis dinero:
venid, comprad trigo, comed sin pagar
vino y leche de balde.
¿Por qué gastáis dinero en lo que no alimenta,
y el salario en lo que no da hartura?
Escuchadme atentos, y comeréis bien,
saborearéis platos sustanciosos.
Inclinad el oído, venid a mí:
escuchadme, y viviréis.
Sellaré con vosotros alianza perpetua,
la promesa que aseguré a David:
a él lo hice mi testigo para los pueblos,
caudillo y soberano de naciones;
tú llamarás a un pueblo desconocido,
un pueblo que no te conocía correrá hacia ti;
por el Señor, tu Dios,
por el Santo de Israel, que te honra.
Buscad al Señor mientras se le encuentra,
invocadlo mientras esté cerca;
que el malvado abandone su camino,
y el criminal sus planes;
que regrese al Señor, y él tendrá piedad,
a nuestro Dios, que es rico en perdón. 
Mis planes no son vuestros planes,
vuestros caminos no son mis caminos
–oráculo del Señor–.
Como el cielo es más alto que la tierra,
mis caminos son más altos que los vuestros,
mis planes, que vuestros planes.
Como bajan la lluvia y la nieve del cielo,
y no vuelven allá sino después de empapar la tierra,
de fecundarla y hacerla germinar,
para que dé semilla al sembrador
y pan al que come,
así será mi palabra, que sale de mi boca:
no volverá a mí vacía,
sino que hará mi voluntad
y cumplirá mi encargo.»


SALMO

Salmo responsorial Is 12, 2 3. 4bcd. 5 6 (R.: 3)
R. Sacaréis aguas con gozo 
de las fuentes de la salvación.
El Señor es mi Dios y Salvador: 
confiaré y no temeré, 
porque mi fuerza y mi poder es el Señor, 
él fue mi salvación. 
Y sacaréis aguas con gozo 
de las fuentes de la salvación. R.

Dad gracias al Señor, 
invocad su nombre, 
contad a los pueblos sus hazañas, 
proclamad que su nombre es excelso. R.

Tañed para el Señor, que hizo proezas, 
anunciadlas a toda la tierra; 
gritad jubilosos, habitantes de Sión: 
«Qué grande es en medio de ti 
el Santo de Israel. » R.

Lectura del libro de Baruc 3, 9-15. 32 - 4, 4

Escucha, Israel, mandatos de vida;
presta oídos para aprender prudencia.
¿A qué se debe, Israel, que estés aún en país enemigo,
que envejezcas en tierra extranjera,
que estés contaminado entre los muertos,
y te cuenten con los habitantes del abismo?
Es que abandonaste la fuente de la sabiduría.
Si hubieras seguido el camino de Dios,
habitarías en paz para siempre.
Aprende dónde se encuentra la prudencia,
el valor y la inteligencia;
así aprenderás dónde se encuentra la vida larga,
la luz de los ojos y la paz.
¿Quién encontró su puesto
o entró en sus almacenes?
El que todo lo sabe la conoce,
la examina y la penetra.
El que creó la tierra para siempre
y la llenó de animales cuadrúpedos;
el que manda a la luz, y ella va,
la llama, y le obedece temblando;
a los astros que velan gozosos
en sus puestos de guardia,
los llama, y responden:
«Presentes»,
y brillan gozosos para su Creador.
Él es nuestro Dios,
y no hay otro frente a él;
investigó el camino de la inteligencia
y se lo enseñó a su hijo, Jacob,
a su amado, Israel.
Después apareció en el mundo
y vivió entre los hombres.
Es el libro de los mandatos de Dios,
la ley de validez eterna:
los que la guarden vivirán;
los que la abandonen morirán.
Vuélvete, Jacob, a recibirla,
camina a la claridad de su resplandor;
no entregues a otros tu gloria,
ni tu dignidad a un pueblo extranjero.
¡Dichosos nosotros, Israel, que conocemos
lo que agrada al Señor!


SALMO

Salmo responsorial Sal 18, 8. 9. 10. 11 (R.: Jn 6, 68)
R. Señor, tú tienes palabras de vida eterna.
La ley del Señor es perfecta 
y es descanso del alma; 
el precepto del Señor es fiel 
e instruye al ignorante. R.

Los mandatos del Señor son rectos 
y alegran el corazón; 
la norma del Señor es límpida 
y da luz a los ojos. R.

La voluntad del Señor es pura 
y eternamente estable; 
los mandamientos del Señor son verdaderos 
y enteramente justos. R.

Más preciosos que el oro, 
más que el oro fino;
más dulces que la miel 
de un panal que destila. R.

Lectura de la profecía de Ezequiel 36, 16-28

Me vino esta palabra del Señor:
«Hijo de Adán,
cuando la casa de Israel habitaba en su tierra,
la profanó con su conducta, con sus acciones;
como sangre inmunda fue su proceder ante mí.
Entonces derramé mi cólera sobre ellos,
por la sangre que habían derramado en el país,
por haberlo profanado con sus idolatrías.
Los esparcí entre las naciones,
anduvieron dispersos por los países;
según su proceder, según sus acciones los sentencié.
Cuando llegaron a las naciones donde se fueron,
profanaron mi santo nombre;
decían de ellos:
"Éstos son el pueblo del Señor,
de su tierra han salido.
Sentí lástima de mi santo nombre,
profanado por la casa de Israel
en las naciones a las que se fue.
Por eso, di a la casa de Israel:
Esto dice el Señor:
"No lo hago por vosotros, casa de Israel,
sino por mi santo nombre, profanado por vosotros,
en las naciones a las que habéis ido.
Mostraré la santidad de mi nombre grande,
profanado entre los gentiles,
que vosotros habéis profanado en medio de ellos;
y conocerán los gentiles que yo soy el Señor
–Oráculo del Señor–,
cuando les haga ver mi santidad al castigaros.
Os recogeré de entre las naciones,
os reuniré de todos los países,
y os llevaré a vuestra tierra.
Derramaré sobre vosotros un agua pura
que os purificará:
de todas vuestras inmundicias e idolatrías
os he de purificar.
Y os daré un corazón nuevo,
y os infundiré un espíritu nuevo;
arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra,
y os daré un corazón de carne.
Os infundiré mi espíritu,
y haré que caminéis según mis preceptos,
y que guardéis y cumpláis mis mandatos.
Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres.
Vosotros seréis mi pueblo,
y yo seré vuestro Dios."»


SALMO

Salmo responsorial Sal 41, 3. 5bcd; 42, 3. 4 (R.: 41, 2)
R. Como busca la cierva corrientes de agua, 
así mi alma te busca a ti, Dios mío.
Tiene sed de Dios, 
del Dios vivo: 
¿cuándo entraré a ver 
el rostro de Dios? R.

Cómo marchaba a la cabeza del grupo, 
hacia la casa de Dios, 
entre cantos de júbilo y alabanza, 
en el bullicio de la fiesta. R.

Envía tu luz y tu verdad; 
que ellas me guíen 
y me conduzcan hasta tu monte santo, 
hasta tu morada. R.

Que yo me acerque al altar de Dios,
al Dios de mi alegría;
que te dé gracias al son de la cítara,
Dios, Dios mío. R.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 6, 3-11

Hermanos:
Los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo fuimos incorporados a su muerte.
Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva.
Porque, si nuestra existencia está unida a él en una muerte como la suya, lo estará también en una resurrección como la suya.
Comprendamos que nuestra vieja condición ha sido crucificada con Cristo, quedando destruida nuestra personalidad de pecadores, y nosotros libres de la esclavitud al pecado; porque el que muere ha quedado absuelto del pecado.
Por tanto, si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre él. Porque su morir fue un morir al pecado de una vez para siempre; y su vivir es un vivir para Dios.
Lo mismo vosotros, consideraos muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús.


SALMO

Salmo responsorial Sal 117, 1 2. l6ab 17. 22 23
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
Dad gracias al Señor porque es bueno, 
porque es eterna su misericordia. 
Diga la casa de Israel: 
eterna es su misericordia. R.

La diestra del Señor es poderosa, 
la diestra del Señor es excelsa. 
No he de morir, viviré 
para contar las hazañas del Señor. R.

La piedra que desecharon los arquitectos 
es ahora la piedra angular. 
Es el Señor quien lo ha hecho, 
ha sido un milagro patente. R.

Lectura del santo evangelio según san Mateo 28, 1-10

En la madrugada del sábado, al alborear el primer día de la semana, fueron María Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. Y de pronto tembló fuertemente la tierra, pues un ángel del Señor, bajando del cielo y acercándose, corrió la piedra y se sentó encima. Su aspecto era de relámpago y su vestido blanco como la nieve; los centinelas temblaron de miedo y quedaron como muertos. El ángel habló a las mujeres:
–«Vosotras, no temáis; ya sé que buscáis a Jesús, el crucificado.
No está aquí. Ha resucitado, como había dicho. Venid a ver el sitio donde yacía e id aprisa a decir a sus discípulos: "Ha resucitado de entre los muertos y va por delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis." Mirad, os lo he anunciado.»
Ellas se marcharon a toda prisa del sepulcro; impresionadas y llenas de alegría, corrieron a anunciarlo a los discípulos.
De pronto, Jesús les salió al encuentro y les dijo:
–«Alegraos.»
Ellas se acercaron, se postraron ante él y le abrazaron los pies.
Jesús les dijo: –«No tengáis miedo: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán.»



Comentario Bíblico

Está viendo el comentario bíblico de: Fray Miguel de Burgos Núñez

También puede ver el de: Fr. Gerardo Sánchez Mielgo

Misa del día

Hoy la Iglesia celebra el día más grande de la historia, porque con la resurrección de Jesús se abre una nueva historia, una nueva esperanza para todos los hombres. Si bien es verdad que la muerte de Jesús es el comienzo, porque su muerte es redentora, la resurrección muestra lo que el Calvario significa; así, la Pascua cristiana adelanta nuestro destino. De la misma manera, nuestra muerte también es el comienzo de algo nuevo, que se revela en nuestra propia resurrección.

  • 1ª Lectura (Hch 10,34.37-42): La historia de Jesús se resuelve en la resurrección

I.1. La 1ª Lectura de este día corresponde al discurso de Pedro ante la familia de Cornelio (Hch 10,34.37-42), una familia pagana ("temerosos de Dios", simpatizantes del judaísmo, pero no "prosélitos", porque no llegaban a aceptar la circuncisión) que, con su conversión, viene a ser el primer eslabón de una apertura decisiva en el proyecto universal de salvación de todos los hombres. Este relato es conocido en el libro de los Hechos como el "Pentecostés pagano", a diferencia de lo que se relata en Hch 2, que está centrado en los judíos de todo el mundo de entonces.

I.2. Pedro ha debido pasar por una experiencia traumática en Joppe para comer algo impuro que se le muestra en una visión (Hch 10,1-33) tal como lo ha entendido Lucas. Veamos que la iniciativa en todo este relato es "divina", del Espíritu, que es el que conduce verdaderamente a la comunidad de Jesús resucitado.

I.3. El apóstol Pedro vive todavía de su judaísmo, de su mundo, de su ortodoxia, y debe ir a una casa de paganos con objeto de anunciar la salvación de Dios. En realidad es el Espíritu el que lo lleva, el que se adelanta a Pedro y a sus decisiones; se trata del Espíritu del Resucitado que va más allá de toda ortodoxia religiosa. Con este relato, pues, se quiere poner de manifiesto la necesidad que tienen los discípulos judeo-cristianos palestinos de romper con tradiciones que les ataban al judaísmo, de tal manera que no podían asumir la libertad nueva de su fe, como sucedió con los *helenistas+. Lo que se había anunciado en Pentecostés (Hch 2) se debía poner en práctica.

I.4. Con este discurso se pretende exponer ante esta familia pagana, simpatizante de la religiosidad judía, la novedad del camino que los cristianos han emprendido después de la resurrección.

I.5. El texto de la lectura es, primeramente, una recapitulación de la vida de Jesús y de la primitiva comunidad con Él, a través de lo que se expone en el Evangelio y en los Hechos. La predicación en Galilea y en Jerusalén, la muerte y la resurrección, así como las experiencias pascuales en las que los discípulos *conviven+ con él, en referencia explícita a las eucaristías de la primitiva comunidad. Porque es en la experiencia de la Eucaristía donde los discípulos han podido experimentar la fuerza de la Resurrección del Crucificado.

I.6. Es un discurso de tipo kerygmático, que tiene su eje en el anuncio pascual: muerte y resurrección del Señor.

  • 2ª Lectura: (Col 3,1-4): Nuestra vida está en la vida de Cristo

II.1. Colosenses 3,1-4, es un texto bautismal sin duda. Quiere decir que ha nacido en o para la liturgia bautismal, que tenía su momento cenital en la noche pascual, cuando los primeros catecúmenos recibían su bautismo en nombre de Cristo, aunque todavía no estuviera muy desarrollada esta liturgia.

II.2. El texto saca las consecuencias que para los cristianos tiene el creer y aceptar el misterio pascual: pasar de la muerte a la vida; del mundo de abajo al mundo de arriba. Por el bautismo, pues, nos incorporamos a la vida de Cristo y estamos en la estela de su futuro.

II.3. Pero no es futuro solamente. El bautismo nos ha introducido ya en la resurrección. Se usa un verbo compuesto de gran expresividad en las teología paulina "syn-ergeirô"= "resucitar con". Es decir, la resurrección de Jesús está operante ya en los cristianos y como tal deben de vivir, lo que se confirma con los versos siguientes de 3,5ss. Es muy importante subrayar que los acontecimientos escatológicos de nuestra fe, el principal la resurrección como vida nueva, debe adelantarse en nuestra vida histórica. Debemos vivir como resucitados en medio de las miserias de este mundo.

II.4. El autor de Colosenses, consideramos que un discípulo muy cercano a Pablo, aunque no es determinante este asunto, ha escogido un texto bautismal que en cierta manera expresa la mística del bautismo cristiano que encontramos en Rom 6,4-8. En nuestro texto de Colosenses se pone más explícitamente de manifiesto que en Romanos, que por el bautismo se adelanta la fuerza de la resurrección a la vida cristiana y no es algo solamente para el final de los tiempos.

II.5. Esto es muy importante resaltarlo en la lectura que hagamos, ya que creer en la resurrección no supone una actitud estética que contemplamos pasivamente. Si bien es verdad que ello no nos excusa de amar y transformar la historia, debemos saber que nuestro futuro no está en consumirnos en la debilidad de lo histórico y de lo que nos ata a este mundo. Nuestra esperanza apunta más alto, hacia la vida de Dios, que es el único que puede hacernos eternos.

  • III. Evangelio (Jn 20,1-9): El amor vence a la muerte: la experiencia del discípulo verdadero

III.1. El texto de Juan 20,1-9, que todos los años se proclama en este día de la Pascua, nos propone acompañar a María Magdalena al sepulcro, que es todo un símbolo de la muerte y de su silencio humano; nos insinúa el asombro y la perplejidad de que el Señor no está en el sepulcro; no puede estar allí quien ha entregado la vida para siempre. En el sepulcro no hay vida, y Él se había presentado como la resurrección y la vida (Jn 11,25). María Magdalena descubre la resurrección, pero no la puede interpretar todavía. En Juan esto es caprichoso, por el simbolismo de ofrecer una primacía al *discípulo amado+ y a Pedro. Pero no olvidemos que ella recibirá en el mismo texto de Jn 20,11ss una misión extraordinaria, aunque pasando por un proceso de no "ver" ya a Jesús resucitado como el Jesús que había conocido, sino "reconociéndolo" de otra manera más íntima y personal. Pero esta mujer, desde luego, es testigo de la resurrección.

III.2. La figura simbólica y fascinante del *discípulo amado+, es verdaderamente clave en la teología del cuarto evangelio. Éste corre con Pedro, corre incluso más que éste, tras recibir la noticia de la resurrección. Es, ante todo, "discípulo", y por eso es conveniente no identificarlo, sin más, con un personaje histórico concreto, como suele hacerse; él espera hasta que el desconcierto de Pedro pasa y, desde la intimidad que ha conseguido con el Señor por medio de la fe, nos hace comprender que la resurrección es como el infinito; que las vendas que ceñían a Jesús ya no lo pueden atar a este mundo, a esta historia. Que su presencia entre nosotros debe ser de otra manera absolutamente distinta y renovada.

III.3. La fe en la resurrección, es verdad, nos propone una calidad de vida, que nada tiene que ver con la búsqueda que se hace entre nosotros con propuestas de tipo social y económico. Se trata de una calidad teológicamente íntima que nos lleva más allá de toda miseria y de toda muerte absurda. La muerte no debería ser absurda, pero si lo es para alguien, entonces se nos propone, desde la fe más profunda, que Dios nos ha destinado a vivir con El. Rechazar esta dinámica de resurrección sería como negarse a vivir para siempre. No solamente sería rechazar el misterio del Dios que nos dio la vida, sino del Dios que ha de mejorar su creación en una vida nueva para cada uno de nosotros.

III.4. Por eso, creer en la resurrección, es creer en el Dios de la vida. Y no solamente eso, es creer también en nosotros mismos y en la verdadera posibilidad que tenemos de ser algo en Dios. Porque aquí, no hemos sido todavía nada, mejor, casi nada, para lo que nos espera más allá de este mundo. No es posible engañarse: aquí nadie puede realizarse plenamente en ninguna dimensión de la nuestra propia existencia. Más allá está la vida verdadera; la resurrección de Jesús es la primicia de que en la muerte se nace ya para siempre. No es una fantasía de nostalgias irrealizadas. El deseo ardiente del corazón de vivir y vivir siempre tiene en la resurrección de Jesús la respuesta adecuada por parte de Dios. La muerte ha sido vencida, está consumada, ha sido transformada en vida por medio del Dios que Jesús defendió hasta la muerte.

Fray Miguel de Burgos NúñezFray Miguel de Burgos Núñez
Lector y Doctor en Teología. Licenciado en Sagrada Escritura
Enviar comentario al autor 

Este comentario está incluido en el libro: Sedientos de su Palabra. Comentarios bíblicos a las lecturas de la liturgia dominical. Ciclos A, B y C.  Editorial San Esteban, Salamanca 2009.


Pautas para la homilía

  • "Dios lo resucitó al tercer día y nos lo hizo ver"

Con la Resurrección de Cristo, comienzan los tiempos nuevos donde el Espíritu del Resucitado lo recrea todo. La primera palabra redentora al principio de la nueva creación, es una palabra reconciliadora. Las primeras palabras del Resucitado son designios de paz como fruto definitivo de un amor que ha vencido toda violencia, pecado y muerte. No hay reproches para los que abandonaron o negaron al Redentor, sino un nuevo comienzo desde la paz que Jesús comunica. Desde aquel primer domingo en el tiempo de la Iglesia, ser miembros de la Iglesia es compartir la paz de Cristo, por muy perturbados o diferentes que nos podamos sentir. Si podemos estar en paz con nuestras almas divididas, con nuestros impulsos contradictorios y, aceptar que ello forma parte de lo que somos, nos será más fácil encontrar la paz de Cristo Resucitado junto con los demás, sin sentirnos amenazados por nuestras diferencias.

  • "Buscad los bienes de allá arriba"

El tiempo de Pascua nos estimula como "gesto pascual" a recrear la mirada sobre Dios, el mundo y el ser humano. Si logramos ver a los demás con los ojos de Cristo, podemos dar a los otros mucho más que cosas externas necesarias; puedo darles la mirada de amor que tanto ansían.

  • "María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro".

Hoy domingo de Resurrección podemos proponernos mirar a todos con los ojos de Cristo, mirar con amor y misericordia, tal como nosotros fuimos mirados en Getsemaní, en el Cenáculo, desde la Cruz y desde el Resucitado. Como María Magdalena y los otros testigos de la Resurrección nos llega el momento de reconocer a Jesús. Podemos "ver al Señor" en los otros, en la Iglesia, en la eucaristía, en los empobrecidos, en los actos cotidianos donde vence el amor ¡Queremos ver y queremos ser vistos, reconocidos con misericordia!

Renovar cada año la celebración de Pascua supone recibir un envío: Somos enviados al mundo entero. A los mundos reales y virtuales. Hoy quien crea tener las manos vacías está más preparado que nunca para recibir el Espíritu Santo. Llega el momento de regresar a la vida ordinaria. La Pascua, la victoria de Jesús acompaña todas las horas de nuestra jornada. La esperanza de la Pascua la tenemos delante, dentro de nosotros, a nuestro alrededor. La fe, las personas, las familias, la comunidad, el pueblo, el mundo…todo es agraciado, amado, redimido por Cristo. Tenemos motivos para esperar. Hemos sido salvados en la esperanza y estamos contentos. Existen las enfermedades, los males, el miedo, pero también nuestra capacidad de hacer el bien es mayor. Podemos mirar la vida con ojos nuevos, con sentido, aprendiendo a esperar y apoyándonos en la fuerza que da la comunidad.

Jesús nos dice: ¡Ánimo, yo he vencido al mundo! Ha vencido el amor desarmado, la vida como la primavera es imparable. Somos enviados a reconocer las alegrías y las penas de la gente, para ser tocados y cambiados por ellos. Ninguna felicidad verdadera excluye la tristeza. ¡Qué liberador asumir esto! La felicidad cristiana no es una euforia colectiva, sino la alegría de Dios que lleva sobre sí las penas del mundo. Si queremos probar la alegría de Dios, no debemos tener miedo de vernos tocados por la tristeza, dado que ello ahondará el hueco que Dios llenará con la felicidad. Nuestra sociedad se resiste a este pensamiento liberador porque con frecuencia no distinguimos la tristeza de la depresión, que es una enfermedad terrible. Podemos ser felices porque no nos da vergüenza sentirnos también tristes de vez en cuando. La alegría cristiana es capaz de llevar dentro de sí el dolor porque es vivir la historia de Cristo, que abarca del bautismo a la resurrección, abrazando el Viernes Santo como un momento dentro del viaje. Este viaje que hacemos juntos en la fe, del "escuchar, entender y sentir al creer sin haber visto…del todo".

Fray Xabier Gómez GarcíaFray Xabier Gómez García
Real Convento de Ntra. Sra. de Atocha (Madrid)
Enviar comentario al autor 


Sermones de predicadores clásicos

No hay sermones de predicadores clásicos publicados para esta homilía.

¿Te ha gustado? ¡Compártelo!      Me gusta Tweetear
Recibes este correo porque estás suscrito al servicio de Homilías del Portal de la Orden de Predicadores.
Oficina Internet Dominicos

No respondas a este correo. Esta dirección de email no admite respuestas.

Si no deseas seguir recibiendo estos correos, puedes darte de baja de nuestros servicios pulsando en este enlace.

Puedes ponerte en contacto con nosotros para cualquier duda o sugerencia a través del formulario de contacto.


stagduran
Enviado desde mi iPad

Vade Retro Satana

Vade Retro Satana
Sal maldito vete con todas tus mentiras porque Dios ha querido que yo sea su Templo